Hace 7 años visité Formentera, y quedé enamorada de esta isla. Un auténtico paraíso sobre todo en momentos como el atardecer o cuando al amanecer el aurora tiñe de rojo el cielo y el sol emerge lentamente del mar.
Este año he tenido la oportunidad de volver, una isla desconocida para muchos pero que os recomiendo visitar. Una vez que vas querrás volver. Una isla donde cualquier detalle se vive con intensidad dentro de una relajante calma.
Esta pequeña extensión de tierra que tiene 18 km. de longitud y no llega a dos kilómetros de anchura en algunos puntos, ofrece una mezcla incomparable de naturaleza, historia y el encanto de un antiguo paraíso hippie.
Las playas del sur y del oeste se extienden deliciosamente tranquilas y vacías a lo largo de la costa, contrastando con los acantilados del norte.
Para llegar a Formentera cogimos un avión a Ibiza y luego un barco a través de la compañía Trasmapi.
Hay otras compañías como Balearia y Mediterránea Pitiusa, pero las 2 veces que he estado reservé con Trasmapi. Además nos incluyeron el traslado desde el aeropuerto en bus hasta el puerto de Ibiza (el número 10).
Hace algunas paradas y dura una media hora pero os dejará en el puerto de Ibiza, justo al lado de los ferries. Los horarios están sincronizados por lo que no tendréis que esperar apenas tiempo.
El trayecto del barco es de aproximadamente media hora, os recomiendo subir a cubierta para disfrutar de las vistas al casco viejo de Ibiza, antes de partir para Formentera.
La puerta a Formentera es La Savina, un pequeño pueblo portuario donde atracan los barcos provenientes de Ibiza.
Aquí descubrimos un sitio para cenar que nos encantó: El Café del Lago, un restaurante ideal para cenar y ver la puesta de sol con música en directo.
Pero si viajáis con niños os recomiendo el Hotel Riu La Mola donde me alojé la primera vez que visité Formentera, un hotel de cuatro estrellas fabuloso en Migjorn frente al mar.
Os empezaré hablando de Es Pujols, el centro turístico de la isla. Cuenta con un hermoso paseo marítimo nuevo y numerosos bares y restaurantes que, además de una amplia variedad gastronómica, ofrecen a sus clientes espectaculares vistas al mar. La cala con su playa tiene mucho encanto.
Os recomiendo 3 sitios para comer o cenar que me gustaron aquí:
Os recomiendo 3 sitios para comer o cenar que me gustaron aquí:
Restaurante Sa Palmera
Tenéis que probar la ensalada payesa, típica de la isla, un plato fresco elaborado con patata hervida, tomate, pimiento, ajo, pan seco en aceite de oliva y pescado seco.
Restaurante Can Vent
Tenéis que probar la ensalada payesa, típica de la isla, un plato fresco elaborado con patata hervida, tomate, pimiento, ajo, pan seco en aceite de oliva y pescado seco.
Restaurante Can Vent
Donde podréis disfrutar de un desayuno, comida o aperitivo al lado de la playa.
Un lugar perfecto también para una última copa frente al mar en su terraza Chill out.
Un lugar perfecto también para una última copa frente al mar en su terraza Chill out.
Un sitio mágico con una gran terraza, en un lugar fantástico e inolvidable. Un gran equipo de profesionales, con bodega propia, servicio en terraza y chill-out hacen de la visita al Chezz Gerdi una experiencia única... Las raciones son un poco escasas pero el lugar es genial.
En Formentera, la carretera principal termina en el faro del Pilar de La Mola emplazado en lo alto del acantilado a 140 metros del mar. En la Mola no dejéis de visitar uno de los mercadillos legendarios, un encuentro con souvenirs, artesanía y música en vivo, todo los miércoles y domingos a partir de la 19:00 horas hasta las 22:30. Al subir hacia el faro, no olvidéis hacer una paradita en el mirador, las vistas de toda la isla son magníficas.
De las playas de Formentera os diré que su belleza natural, su arena blanca y aguas cristalinas de color turquesa son dignas rivales de cualquier playa del Caribe. La más espectacular es la playa de Ses Illetes, al norte.
Para acceder a ella en moto, coche, bici... pero los coches han de pagar 5 euros diarios y las motos 3,5 euros. Para mí lo mejor es llegar hasta un restaurante que se llama Es ministre o el restaurante Juan y Andrea y aparcar ahí. A partir de las 11:00 de la mañana podéis encontrar algo de cola para acceder. Hay poca oferta gastronómica en esta playa y los restaurantes son carísimos.
Para recorrer la isla optamos esta vez por alquilar una moto, de esta manera podréis descubrir rincones preciosos. En San Ferrán, a pocos kilómetros de Es Pujols, comimos las mejores pizzas de la isla en Maccondo (en la calle Mayor).
Desde San Ferrán y para los amantes del Snorkel, se puede acceder a la cala en Baster, una playa de rocas al noreste de la isla, rodeada totalmente de acantilados, con un acceso relativamente sencillo por la zona este y curiosas sus cuevas donde antaño guardaban las barcas de los pescadores locales.
Una cala que me gustó mucho y tranquila, aunque con los años es más conocida y frecuentada por los turistas es Caló des Morts.
Cerca de esta cala, el mítico chiringuito Bartolo, con cuatro mesitas para tomar un mojito, una hamburguesa o una de sus tortillas de 2 huevos recién hechas.
Es curioso un arbolito al lado con muchas conchas colgando, donde podréis escribir algo y dejarlo para el recuerdo. Los camareros os prestarán un indeleble. Allí dejé escrito el nombre del blog.
Si os gusta el Fideua, uno de los mejores sitios es el restaurante Es Codol Foradat frente al mar, de comida tradicional y excelente trato. Pero os recomiendo reservar ya que siempre está lleno. (Tfno: 971-3238281).
En playa Migjorn se encuentras 2 de mis favoritos para cenar, o tomar algo:
Blue Bar, un lugar frente al mar, encima de una duna, magníficas puestas de sol y música en directo, un restaurante (mejor reservar) con cocina mediterránea y toques asiáticos. !Un sitio chulísimo! No os vayáis sin verlo.
Blue Bar, un lugar frente al mar, encima de una duna, magníficas puestas de sol y música en directo, un restaurante (mejor reservar) con cocina mediterránea y toques asiáticos. !Un sitio chulísimo! No os vayáis sin verlo.
Nos acercamos a la capital San Francesc, donde se encuentra en su única plaza, la iglesia construida a principios del siglo XVIII. En su interior se conserva una pila bautismal que dicen pudo haber pertenecido al monasterio ya desaparecido que había existido en la Mola. Para tomar una cervecita o picar algo está muy bien Fonda Plate en la misma plaza.
Y también os recomiendo para comer Can Simonet, con comida tradicional y menús por 12,50, cerca de correos. Siempre está lleno y no hacen reservas,
¡se come genial!
Desde San Francesc hacia el oeste se extiende la zona menos frecuentada de la isla, donde no hay otra playa que Cala Saona y hasta llegar a ella veréis construcciones típicas de campo, molinos, pozos, los muros de piedra que limitan los campos y algunas zonas de pinares.
Y terminamos la ruta en el propio Cap de Barbaria, con el faro.
Julio Médem lo convirtió en un lugar icónico después de rodar aquí algunas conocidas escenas de 'Lucía y el Sexo'. Al llegar os indicarán dónde dejar el transporte (salvo que vayáis en bici) y luego hay que caminar 1,5 km. aproximadamente a pie. Merece la pena para contemplar las vistas. La puesta de sol es bellísima.
Un lugar para no olvidar. Porque quien visita Formentera, ya no la olvida nunca.
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