En este blog os hablaré de las cosas que me apasionan: viajar, leer, los hoteles, restaurantes y los sitios bonitos. No hay nada mejor que poder 'disfrutar' de ello con mi pareja, familia y amigos.


lunes, 1 de abril de 2019

LA BELLA GINEBRA




A pesar de su tamaño reducido, Ginebra es una de las ciudades más multiculturales y cosmopolitas de Europa.
Os propongo visitar esta ciudad, bañada por el lago Lemán, elegante, activa y moderna. Además, posee un casco antiguo bien preservado, tranvías y calles peatonales, numerosos parques, museos y un amplio patrimonio cultural.
Sede de las naciones Unidas, tiene a sus espaldas una historia de la tolerancia y el individualismo que comenzó con la Reforma de la Iglesia protestante.

Si viajáis en avión, el aeropuerto está situado a 5 km. de la ciudad, hay muchos trenes que cubren este trayecto en 6 minutos por 3 francos suizos, en cambio en taxi os cobrarán unos 30.

Qué no te puedes perder en Ginebra:
El lago. Imprescindible hacer un crucero por el lago (media hora, una hora, 2 horas), para tener una perspectiva única de Ginebra, de castillos, paisajes y montes que sólo pueden verse desde el barco. Los jardines de lago son ideales para pasear, relajarse y disfrutar de la atmósfera.

La ciudad Vieja
El casco antiguo es un paseo por el rico pasado de la ciudad. En el centro podéis visitar la imponente Catedral de San Peter construida en los siglos XII y XIII desde cuya torres se tiene una vista panorámica de la ciudad. 


El jardín botánico. En Ginebra es una equivocación no encontrar tiempo para descansar un par de horas en este paraíso vegetal, refrescado por el lago y mirando a los Alpes. Es un lugar ideal para ir con niños con distintas atracciones para ellos.




Jet d,eau. Es el chorro más conocido de Suiza, en las aguas del lago Lemán, sirve de símbolo y emblema en la ciudad de Ginebra. El agua sale disparada a más de 200 km. por hora para alcanzar una altura hasta 140 m. No podéis iros sin verlo en plena descarga.


Las tiendas de Rue du Rhône. Si queréis comprobar de primera mano la riqueza de Ginebra, hay que recorrer la Rue du Rhône de lado a lado y de acera a acera, deteniéndote en sus escaparates y vitrinas. Es la calle más exclusiva de la ciudad.

Reloj floral del jardín inglés
En el jardín inglés al lado del lago Lemán. Una pieza de tecnología y arte floral. Cambian las flores muy a menudo. Su secundero es el más largo del mundo, mide 2 metros y medio. 


Barrio de Les Grottes (Los Pitufos)
Ginebra no deja de sorprender, porque bajo esa apariencia cosmopolita se esconden rincones y barrios de lo más sorprendentes como este, un barrio de bohemios y artistas de la ciudad durante décadas, albergando incluso a una cantidad elevada de hippies. Con construcciones originales, llenas de curvas gaudianas, y de colores. Su verdadera traducción es el barrio de las cuevas, las grutas, pero se conoce como el barrio de los Pitufos, porque parece que en cualquier momento va a aparecer uno de ellos. 


Para comer
os recomiendo probar las fondues y raclettes en el restaurante Auberge de Saviese en el centro, un restaurante de tradición familiar, hablan español y son muy amables. La comida es exquisita. ¡Nosotros repetimos 2 veces! 




La capital suiza no es una ciudad barata para dormir pero es fácil encontrar alojamiento salvo en fechas importantes. Yo me alojé en el Hotel Royal Manotel, un hotel muy céntrico. Las habitaciones son muy espaciosas y tiene un magnífico restaurante también.


Si disponéis de varios días, podéis visitar algunos de los alrededores de la capital. Yo os recomiendo:

Nyon, esta pequeña e idílica ciudad se encuentra a mitad de camino entre Ginebra y Lausana. En verano el lugar es un auténtico paraíso para aficionados al deporte acuático y a la naturaleza. Tenéis posibilidad de acercaros en barco o en tren.


Yvoire, situada en la Alta Saboya de Francia, es sin duda la más pequeña, encantadora y pintoresca ciudad medieval a orillas del Lago Lemán, es uno de los pueblos más bonitos de Francia.
Tenéis varias opciones para llegar a Yvoire (en tren o barco), pero eso depende mucho del tiempo que tengáis disponible. En barco, el trayecto dura más o menos dos horas (por cada sentido) ya que hace varias paradas. Si queréis ahorrar algo de tiempo, lo mejor será que cojáis el tren regional a Nyon y luego, desde allí, conectar en barco a Yvoire. Es una visita que os dejará un recuerdo inolvidable. Existen pocos lugares en Europa tan mágicos y bien conservados.



Siendo un pueblo pesquero, sus cocinas nos ofrecen deliciosos platos tradicionales donde la perca es uno de sus productos estrella. Muy recomendable el Restaurante Le pirate. Nada más llegar en barco lo veréis a mano izquierda, con un jardín muy amplio para los niños. Mis hijas disfrutaron muchísimo.

Y para los amantes de la montaña, os recomiendo si el tiempo os lo permite, subir al monte Saleve. Un autobús desde el centro de Ginebra os llevará hasta allí para poder coger un teleférico. Arriba hay un mirador y restaurante con vistas geniales de Ginebra. Es mejor ir en días soleados. Si continuáis hacia arriba, además de ver prados con sus vacas y casitas, tendréis también unas impresionantes vistas del majestuoso Mont Blanc.


Espero que os animéis a visitar Ginebra, y sobre todo que disfrutéis conociéndola.




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