Para acceder al parque podéis tomar el funicular, que se encuentra cerca de la playa de Ondarreta. Este funicular es el tercero más antiguo de España. El trayecto (no dura más de 5 minutos) es muy agradable y os llevará hasta la cima del Monte Igueldo, donde encontraréis el parque de atracciones y desde donde podréis disfrutar de las mejores vistas de la bahía y de la ciudad de San Sebastián.
También puede subirse por carretera. Al llegar en un pequeño parking podéis dejar el coche.
Después de andar cinco minutos veréis las primeras atracciones como los autos de choque y las barquitas.
Los niños disfrutarán de cada una de las atracciones: el carrusel, la casa del terror, espectáculo de aves rapaces, el trenecito...
Mientras, vosotros os sacaréis vuestro mejor selfie . Las vistas a la bahía son de las que quitan el hipo y desde donde podréis captar fotografías increíbles.
Pero hay dos atracciones que NO os podéis perder: la Montaña suiza y el Río Misterioso.
El río Misterioso es un paseo en barca, el trayecto es muy corto pero las vistas son espectaculares.
El parque cuenta con una pequeña tienda donde encontraréis muchos recuerdos para llevar.
También hay un pequeño bar donde ofrecen unos bocadillos riquísimos y una heladería.
También hay un pequeño bar donde ofrecen unos bocadillos riquísimos y una heladería.
En la entrada del parque hay un restaurante con vistas impresionantes para comer al aire libre. Alaia, pero os recomiendo reservar.
Un lugar para desconectar en su terraza rodeada de vegetación.
Con una carta muy variada, raciones, hamburguesas, pasta, ensaladas, arroz...
Todo está buenísimo.
Tienen la terraza abierta todo el año pero si preferís podéis comer dentro, un comedor que también me encanta con un toque brittish.
El personal es muy amable, y la música buenísima.
¡Animaros!, este plan de día en Donostia-San Sebastián es ideal para la primavera.
Os encantará.
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