Hoy toca adentrarnos en el corazón de la parte vieja Donostiarra, en la famosa Plaza de la Constitución de San Sebastián para conocer 148 Gastroleku, donde durante más de 40 años albergó el mítico Astelena 1960. Hace tiempo que le seguía la pista, así que aprovechando mis vacaciones estas Navidades me acerqué para disfrutar de una nueva experiencia gastronómica.
A pesar de haber cambiado de manos, este gastrobar ha mantenido su esencia y sus pintxos tradicionales con un toque de modernidad.
La plaza de la Constitución se convertía en época de fiestas en plaza de toros, de ahí los números de la balconada. El 148 corresponde al número siguiente al último número de los balcones de esta plaza.
Un local con mucha historia. Una vez dentro, uno siente sumergirse en un mundo lleno de color, decorado con mucha personalidad. La decoración está ambientada en la cultura vasca, con telas de lino que como sabréis, hasta el siglo XIX era un tejido fundamental en el País Vasco siendo uno de los pilares más importantes de su economía.
Un lugar acogedor con mucha tradición donde la tonalidad de las paredes, las luces indirectas, las lámparas, todo tipo de detalles y materiales se encuentran englobados en una perfecta armonía cromática.
Si tenéis curiosidad por ver de cerca a sus cocineros en directo elaborar los pintxos podéis sentaros en la barra.
O en la mesa que se encuentra al lado de la cocina. Justo al fondo, una zona de reservado un poco separada del resto, como para 6 personas, para ver a Miguel Angel Alcántara y todo su equipo cocinando en directo. Una cocina que transmite pasión en cada uno de sus platos.
Lleno de detalles este pequeño rinconcito, anguleras, fotos, ¡hasta un cabezudo!.
A mano derecha de este bello rincón, se encuentra el baño, muy curioso por cierto.
La terraza, situada en la mítica Plaza de la Constitución es muy agradable. Con buen tiempo se convierte en un entorno idílico para disfrutar de un buen plato.
Dicen que en esta plaza, el famoso cantautor en euskera Mikel Laboa, paseaba y componía sus canciones. Dentro del local hay una foto de este cantautor, uno de los más importantes de finales del siglo XX.
Difícil fue mi elección tras revisar la carta, compuesta por pintxos muy variados y raciones. Han elaborado una carta que mantiene los valores de la tradición, la personalidad y una carta asequible. Una propuesta que sorprende por su sabor, pero también por sus texturas y su presentación.
En esta ocasión me dejé aconsejar por su personal, joven, amable, cercano y profesional.
El pintxo de 'Ensaladilla rusa', estaba espectacular.
Probamos el 'Pastel de merluza', una de las tapas estrella, el mejor pastel de merluza que he probado. No lo voy a olvidar. Una textura y sabor increíbles.
El 'Risotto' estaba delicioso, perfecto de sabor y cocción, del que no quedó nada, los 'Dados de atún rojo y Foie a la plancha con salsa Unagi', un plato impecable.
El 'Revuelto Ropa vieja', es otro de los míticos de toda la vida, no puede irse uno sin probarlo.
Para concluir la 'Tarta de Queso con fresa' y 'Ganache con helado de chocolate', un placer para todos los sentidos.
Acercaros a visitar '148 Gastroleku', una visita obligada si te gusta comer rico y disfrutar compartiendo. Yo volveré seguro.
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