Siempre hablamos de un viaje a la Edad Media cuando visitamos pueblos con encanto y villas empedradas como Medinaceli, ¿lo conocéis?. Uno de los pueblos más bonitos de España y no es para menos.
Sus estrechas calles son como un laberinto, sus restos romanos y árabes, sus plazas... Declarado conjunto Histórico artístico, es un pueblo situado al sur de Soria, sobre un hermoso cerro que conserva su encanto medieval.
Para acceder al casco histórico hay que ascender a través de una carretera serpenteada donde encontraréis una escultura del Sagrado Corazón.
Al llegar os sorprenderá el Arco Romano, el único de triple arquería que se conserva en España. Parece que era una de las puertas de entrada en la época romana. La panorámica desde aquí es espectacular.
En la Oficina de Turismo muy cerquita de aquí os facilitarán un plano para realizar la visita de esta bella y tranquila localidad. Justo enfrente tenéis un aparcamiento.
La Plaza Mayor, es preciosa, muy amplia y muy bien conservada. Típica plaza castellana con sus soportales.
Uno de sus principales monumentos es el Palacio Ducal renacentista.
La verdad es que merece la pena pararse en la Plaza y contemplar el edificio de la Alhóndiga, y la Torre de la Colegiata.
Aquí estuvo el antiguo foro romano. Se conservan restos del suelo original muy cerca, en la plaza de San Pedro, protegido con un techo de metacrilato.
La Colegiata gótica con elementos renacentistas fue levantada sobre un antiguo templo románico (que a su vez, se construyó en el espacio antes ocupado por una sinagoga o una mezquita).
En su interior se venera una imagen del Cristo de Medinaceli.
La Puerta árabe que aunque se llame árabe es de origen romano, se abría hacia el oeste. Lo impresionante es salir por este arco y apreciar los restos de las diferentes murallas: romanas, árabes y cristianas.
Al final del recorrido encontramos El Castillo, una edificación muy sencilla que actualmente está en ruinas y es utilizado como cementerio.
Dice la leyenda que en el interior del castillo se encontraba una alcazaba árabe en la que fue enterrado Almanzor tras ser derrotado y muerto en la Batalla de Calatañazor del 1002.
Lo bonito de Medinaceli es pasear por las calles empedradas y pasadizos, testigos de la presencia árabe y observar las fachadas de piedra tan bien conservadas, recorrerla con calma y disfrutar de cada rincón.
No os vayáis de aquí sin probar las migas, son buenísimas. El pueblo está lleno de restaurantes especializados en la gastronomía de la zona.
Un sitio que me encantó es El Aljibe, justo al lado hay un parquecito para los niños muy agradable. Fue todo un acierto.
El personal es muy atento, el local muy mono con una pequeña terracita. Elaboran una cocina tradicional con toques modernos. Entre sus especialidades destacan las migas, sopa castellana, carnes a la brasa, chuletillas de cordero...
Las migas, espectaculares, de las mejores que he probado.
Y los postres exquisitos. Un restaurante súper recomendable.
Animaros a conocer Medinaceli, un pueblo de Soria con un encanto especial, digno de ver. Pasear por sus calles os trasladarán a otras épocas.
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